Al volver de las vacaciones de verano, nos hemos encontrado que toda esa "basura" se ha convertido en abono natural (compost), gracias a la ayuda de nuestra trabajadoras de huerto, las lombrices.
De este modo, hemos fabricado nuestro propio compost casero, que nos sirve de abono para nutrir el sustrato en el que en breve comenzaremos la siembra de otoño-invierno.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Aporta tu opinión